Fragmento_18. Oración por la dignidad del hombre

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«Cuando Dios ha completado la creación del mundo, empieza a considerar la posibilidad de la creación del hombre, cuya función será meditar,

admirar y amar la grandeza de la creación de Dios.

Pero Dios no encontraba un modelo para hacer al hombre. Por lo tanto se dirige al prospecto de criatura, y le dice:

No te he dado una forma, ni una función especifica, a ti, Adán.

Por tal motivo, tu tendrás la forma y función que desees.

La naturaleza de las demás criaturas, la he dado de acuerdo a mi deseo.

Pero tú no tendrás límites.

Tu definirás tu propias limitantes, de acuerdo a tu libre albedrío.

Te colocaré en el centro del universo, de manera que te sea mas fácil dominar tus alrededores.

No te he hecho ni mortal, ni inmortal. Ni de la tierra, ni del cielo.

De tal manera, que tu podrás transformarte a ti mismo, en lo que desees.

Podrás descender a la forma mas baja de existencia, como si fueras una bestia.

O podrás en cambio, renacer mas allá del juicio de tu propia alma,

entre los mas altos espíritus, aquellos que son divinos.»

 

Pico Della Mirándola

 

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