La lectura corporal es imprescindible en la práctica del yoga para saber cuál es el punto de partida. Nuestra práctica dependerá de esa posición, tendremos que saber cuáles son las tensiones, cuáles los límites, qué naturaleza tiene nuestro cuerpo.
Contemplando de base nuestra problemática podremos avanzar sin dificultades. La imagen de la medicina es pertinente, el médico no puede promover una terapéutica (práctica) si no tiene un buen diagnóstico.
Tenemos que decir que toda interpretación es sólo una aproximación a la complejidad de nuestro cuerpo, de lo que somos. Y, por tanto, no estamos hablando de verdad, sino de una verdad más.
El cuerpo cambia con cada época, estación, estado de ánimo. Por tanto la lectura de una época pasada no tiene por qué ser válida en este momento.
Lo importante de una lectura no es tanto todo lo que podemos ver sino todo lo que el otro puede comprender y asimilar de sí mismo, con su cuerpo.
Tampoco podemos ver al cuerpo sólo desde una óptica, hemos de ser holísticos. Tenemos que incluir la visión postural pero también la energética, la percepción de la somatización, el carácter fijado en el cuerpo, etc.
En la medida que el cuerpo es el lugar del inconsciente, encontraremos allí la propia sombra, los complejos, los tics, etc. Lo que no se siente en el cuerpo, no se percibe y termina por no existir permaneciendo bloqueado.
El cuerpo tiene su lenguaje, sus razones, su forma de encajar la vida, los problemas. Habría que estar abiertos a ese lenguaje sensitivo.
Por Julián Peragón