Tarot: I El Mago
La ilusión del Ser.
Máxima alquímica:
«Lo que el alma imagina
sucede solamente en la mente,
pero lo que Dios imagina
sucede en la realidad».
· Le bâteleur, es «el que hace juegos de manos», pero también «el que lleva el bastón», el caduceo hermético. Hermes, hijo de Zeus y Maia, Cielo y Tierra, es el mediador. Tiene atributos hermafroditas, la fusión de lo femenino y lo masculino. También representa a Mercurio, el mensajero de los dioses, que para los alquimistas es un elemento neutro.
· Cuenta la leyenda que su hermano Apolo se había disgustado con él. Hermes le regaló una lira para reconciliarse y a cambio recibió una vara cuyo poder consistía en apaciguar las peleas y conciliar los opuestos. Hermes se encontró con dos serpientes que luchaban e interpuso su vara, entonces aquellas se enroscaron en su vara formando el caduceo.
· El caduceo es esta vara con dos serpientes que representan la prudencia o sabiduría y unas alas que representan actividad. Es un símbolo de poder.
Es el caduceo de Mercurio, mensajero de los dioses pues el planeta es el más cercano al Sol, símbolo de lo espiritual. Es un planeta muy veloz tal vez simbolizando la velocidad del pensamiento o la intuición. Reprenta la medicina y el comercio.
Podemos interpretar el caduceo como la integración de los elementos. La vara es el elemento tierra, las alas el aire, y las serpientes los elementos fuego y agua por las ondulaciones que tienen.
Podríamos decir que el caduceo marca dos planos el inferior presidido por las serpientes como símbolo del instinto, y el superior por las alas símbolo del intelecto. Desde la simbología hindú, la shakti kundalini en forma de serpiente tiene que ascender a través de la columna para alcanzar la cima de la realización. Son las bodas divinas de Shakti y shiva, de la energía con la consciencia.
También se nos ocurre pensar en Quetzalcóatl, la serpiente alada precolombina.
· Del Loco al Mago
Con el Loco descubrimos que hay un impulso profundo, unas ansias locas de vivir que no nacen de la razón sino del instinto. Con el Mago sentimos que toda esa energía se puede canalizar de una forma creativa.
· Del 0 al 1
También numericamente del 0 al 1 existe un salto que es propio de la creación, de la nada a la manifestación. Si el Loco no es nadie y a la vez puede serlo todo, el Mago representa el primer paso adelante, la necesidad de salir de ese todo indiferenciado y ser alguien. Representa un «yo quiero».
Es un primer impulso voluntario.
· Inicio del camino
Y es aquí donde empieza el camino, camino de individuación, camino de conciencia.
Se intuye que detrás de la pasión del loco hay un centro de observación, detrás del mundo ilusorio donde las cosas aparecen separadas hay una unidad.
· Alquimia
Tenemos que, en este nuevo camino, hacer el proceso alquímico interno, convertir el plomo en oro, convertir la ignorancia en consciencia.
· Magia
Se define a la magia como la ciencia de las relaciones ocultas.
La verdadera magia es una nueva forma de vivir y de rehacerse a si mismo.Tal vez lo más difícil.
Somos nosotros los que creamos el mundo, es nuestra forma de ver.
· Personalidad
La magia que expresa el primer arcano es la muestra de que se está construyendo las bases de nuestra personalidad.
Persona, personalidad viene de máscara. Nos recuerda el teatro griego que utilizaban las máscaras para exagerar y hacer más visible la emoción a transmitir a los espectadores más lejanos y por otro, hacía la máscara de altavoz, provocando una mayor resonancia para que llegara la voz más lejos.
Carácter quiere decir lo que está grabado, lo que pertenece a los condicionantes, es decir, lo que no soy yo. Tal vez en esto pensaba Heráclito cuando dijo «Carácter es destino».
Algo parecido lo encontraremos en la astrología, en el ascendente. Cuando el sol, la luna o los planetas emergen por el horizonte después de la larga noche, aparecen mucho más grandes, es como si estuviéran llamando la atención. En realidad es sólo un efecto óptico. Quizá el ascendente es una llamada de atención, es un querer ser, un aferrarse a lo que sea para ser ante el mundo, para llegar a los otros, para no permanecer en el silencio. Es como si el Yo fuera un efecto óptico de una realidad más profunda y menos llamativa.
Cuando empezamos a decir YO el Mago actúa.
En realidad, ¿sabemos cuál es el personaje de nuestra vida?.
· Máscara
Pero al mismo tiempo se puede estar gestando la construcción de una máscara, la creación de ilusiones y engaños. El mago también es un prestidigitador, un truhán, cuya mano va más rápido que la mirada. La carta lo expresa con la mirada hacia un lado mientras el malabarismo se hace en otro lado.
El Mago es la primera máscara que el deseo toma.
· Lenguaje
Hay un doble filo del lenguaje.
Esta personalidad viene de la mano del dominio del lenguaje, del dios Thot, hacedor del lenguaje y de la escrituta en el antiguo Egipto. Pues cuando utilizamos la palabra estamos recreando la realidad, somos magos, creadores. El lenguaje crea una realidad que se superpone a otra realidad pero con dos posibilidades:
· la capacidad de reconocer el mundo, de invocación de las cosas para que se vuelvan conscientes.
· o la facilidad de caer en la ilusión, la mentira y el engaño. De convertirnos en charlatanes, vendedores de sueños.
· Poder
El poder de la palabra, de las ideas, las ideologías, de convencer al otro, de manipularlo. O bien, el poder de generar mundos poéticos, nuevas realidades, a través de la comunicación y el diálogo.
· Mensajero de los dioses
Mercurio es el mensajero de los dioses con su capacidad discursiva. El sombrero en forma de infinito nos habla de esta capacidad de llegar a los dioses y encontrar las infinitas posibilidades que nos ofrece la vida, que están plegadas en uno mismo. Los sueños pueden hacerse realidad.
· La mesa
El plano de manifestación es la mesa donde están los cuatro elementos. Parece que de la bolsa del Loco aparecen esos elementos que son nuestros recursos internos. El buen hacer del Mago conseguirá con estos pocos elementos el máximo resultado.
Pero vemos una mesa de tres patas pues en toda manifestación siempre hay un elemento oculto (las 4 fases de la luna, las 4 estaciones) que es el generador del nuevo ciclo de manifestación.
· Los 4 elementos
Oros, tierra-percepción. Copas agua-sentimiento. Espadas, aire-pensamiento. Bastos, fuego-intuición.
Nos damos cuenta que el oro corresponde exactamente al centro de la carta, vientre, centro de uno mismo. Y que la varita (el poder de HERMES) se dirige hacia el centro desde la mano izquierda vista como la parte intuitiva. Aunque mira a la derecha, la magia viene de la izquierda.
· Mirada derecha, de pie
La posición erecta del mago indica actividad (es el número 1, inicio), la mirada a la derecha es la orientación hacia el intelecto, a la parte racional. Representa a un joven sin demasiada sabiduría (no tiene cabellos blancos, cabellos como Medusa símbolo de la dualidad engañosa). Las manos son importantes porque simbolizan la humanización, la manipulación del mundo. Mucho colorido, mezcla de elementos diversos. ¿Estos colores dispares que hay que armonizar no será una alegoría del ego que nace y que tiene que conjugar tantos elementos internos y externos?.
La mano también es importante en el Mago (los pies en el Loco) pues es el elemento consciente del cuerpo, preciso que manipula el mundo.
· Diablo
¿Será el Diablo la sombra del Mago. La varita mágica convertida en espada?.
· El sombrero es símbolo de la creatividad desde donde aparece de un plano no manifestado a la realidad. Hay infinitas posibilidades en un mundo finito.
También está la varita mágica que crea, que apunta a los oros, a la manifestación, como un regalo natural del inconsciente. Y por último, tenemos la mesa de tres patas, donde la cuarta es el elemento oculto y creativo de todo el ciclo.
· El Mago sintetiza:
la elección voluntaria de un camino
el sacar el máximo rendimiento de cada situación
manipular la naturaleza para dominar sus energías
es la fuerza arquetípica que nos ayuda a que nuestros sueños se hagan realidad.
El potencial, la semilla.
· Las preguntas:
¿Quién es realmente el creador de nuestra vida?
¿Hay conciencia del engaño, del autoengaño?
¿Quién es el personaje que actúa en mi vida?
¿Cuál es mi sueño?
¿Cuál es mi magia?
En cuanto a la relación con el arquetipo, entraña dos peligros:
· No tenerlo en cuenta pues de esta manera seremos meros títeres en manos de esas fuerzas arquetípicas.
· O bien, cabe el peligro de identificarse con esa fuerza que ya no es humana y quemarnos.
Habría que, desde una toma de conciencia, dialogar con esas fuerzas arquetípicas y sentir que sucede a través de nosotros pero no somos nosotros.
Julián Peragón