Entre el Cielo y la Tierra

 

1 Reflexión

INFINITUD

Veo el cielo nocturno salpicado de estrellas, cortina de luces clavadas en un terciopelo negro. Cuento miles pero sé que hay trillones que la vista no me alcanza a ver. No tendría granos de arena suficientes para numerarlas en montoncitos ordenados. La negrura del universo me devuelve a mi pequeñez como si fuera apenas un grano de arena en un pequeño mundo de un sistema solar tangencial a la galaxia entre múltiples galaxias dentro de un cúmulo perdido en el cosmos.

2 Reflexión

ETERNIDAD

Mi corazón infantil alza la mano para coger un racimo de estrellas, me levanto y salto, ¿cuántas escaleras necesitaría para alcanzar una de ellas? Si me imaginara junto a Einstein montado encima de un rayo de luz a trescientos mil kilómetros por segundo podría llegar a los confines del universo. Sí, pero necesitaría quince mil millones de años para recorrerlo. Con esta friolera, ¿quién soy yo?, soy apenas el escalofrío de un resquemor en el parpadeo veloz de la mirada de un dios eterno.

 

3 Reflexión

MOVIMIENTO

Me llevo la mano al vientre, mis tripas se mueven y yo con ellas de aquí para allá. También se mueven las placas tectónicas de los continentes. El planeta gira sobre sí mismo en compañía de su satélite mientras se traslada alrededor del sol con la corte planetaria. El sol también se desplaza lentamente hacia las tripas de la Vía Láctea que coquetea con sus vecinas en el recuerdo lejano de un big bang. Todo se mueve en torno a su centro más cercano. Sin ir más lejos, nuestra casa, sin darnos cuenta, transita cada día por porciones del espacio nunca antes visitadas. Desde este punto de vista, la rutina cotidiana es una pura y tonta ficción.

 

4 Reflexión

MEMORIA DEL COSMOS

Cojo el álbum de fotos, veo seres queridos que ya están muertos, abuelos y tíos, amigos que todavía conservaban el pelo, adolescentes que ahora tienen arrugas, todo formando parte de mi memoria, de las innumerables capas y sedimentos de nuestros recuerdos. También el cielo estrellado es otra memoria del cosmos, vemos estrellas que ya murieron y presentimos otras que han nacido pero que todavía no vemos. Agujeros negros que se tragan restos de un banquete celestial y quásares rutilantes que engalanan grandes vacíos. Atrapados en nuestro espacio tiempo percibimos un instante que es sólo memoria parcial de un todo inabarcable.

 

5 Reflexión

PLANETA AZUL

Espumas de nubes se arremolinan allá abajo mientras se libra una lucha de luz y sombra sin que ninguna se dé por vencida en la rotondidad perfecta del planeta. Gaia es azul, los océanos y los mares son los reyes que bañan el puzzle de continentes cuyos perfiles nos insinúan que en un tiempo estuvieron ordenados. Tierra que está viva, que se autorregula con sus eras calientes y sus frías, con su actividad volcánica y su magnetismo.

Los primeros astronautas nos han legado algo único, la visión unitaria y majestuosa de una tierra ingrávida que no está sostenida, como se creía en la Edad Media, por tortugas gigantes y por elefantes que sostienen a esas tortugas que a su vez son sostenidas por otros elefantes… ad infinitum. La tierra es una nave espacial que baila entre el día y la noche , y se balancea entre el invierno y el verano en un viaje hacia lo desconocido.

 

6 Reflexión

VIDA

Brota la vida del fango, del mar y los rayos. La Tierra hace su primer experimento convulsionada por volcanes y meteoritos. En cierto sentido la vida es como la no vida pero con otro nivel de organización. En la frontera difusa de lo inerte emana la chispa de lo viviente. El laboratorio de la Tierra se construyó hace 5.000 millones de años, la alquimia de la vida esperó a los 2.500 millones de años. Y es que las cosas bien hechas necesitan tiempo.

 

7 Reflexión

EVOLUCIÓN

La vida es el reflejo del espíritu buscándose a sí mismo. La infinidad de especies de vida, el juego exuberante de Dios sabe que detrás de toda forma hay vacío, unidad de propósito, hermandad de esencias. La evolución es una interminable hilera de piedras en medio de la corriente de un río; hay que ir de saltito a saltido para vadearlo. Del pez al anfibio, del reptil al ave, al mamífero sin mediar, paradójicamente, entre especie y especie evolutiva una gradación de seres intermedios. Es como si la nueva especie estuviera presentida previamente y no floreciera hasta que las condiciones estuvieran maduras. El tentáculo de la evolución lanza un brazo hacia el oscuro mar de lo potencial y cuando tantea una forma arquetípica se aferra a ella hasta cristalizarla.

 

8 Reflexión

PRIMATE

¿A qué se parece una manzana? Sara respondió seleccionando las fichas que indicaban “rojo”, “redondo”, “rabo” y “menos apetecible que uva”. Un día Washoe se estaba divirtiendo delante de un espejo cuando le preguntaron señalando la imagen del espejo “¿Quién es éste?”. Washoe respondió señalando su índice hacia su pecho y acariciando sus orejas que convencionalmente significaba Washoe entre su cuidador y ella.

Compartimos con nuestros hermanos evolutivos los primates más del 99 % del código genético. Sus sociedades son complejas donde se dan, como en las nuestras, elementos de cooperación-solidaridad, por un lado, y competición-antagonismo por otro. Rien, chasquean los labios y castañean los dientes en sus contactos amistosos. Jadean y gritan cuando hacen el amor. Se dan protobesos. Se saludan con resoplidos y gritan cuando están en peligro.

Un día los humanos romperemos con las fronteras de la comunicación y sentiremos que no estamos solos en este inmenso universo. ¿No es verdad hermano sol, hermana flor, hermano chimpancé?.

 

9 Reflexión

HOMÍNIDO

En algún momento de la evolución silenciosa que se pierde en una noche de más de tres millones de años, una rama de los primates abandona la seguridad todopoderosa de los árboles y se yergue. Al levantar la cabeza para visualizar posibles peligros, al empuñar palos para defenderse el sutil pie cambia. El pie se adapta al terreno, la mano elabora movimientos precisos para fabricar herramientas, el cerebro, ligero de la presión semi-horizontal a la que estaba sometido se libera. En la vertical, la cabeza pesada encuentra un equilibrio liviano. Mano, pie y cerebro dialogan, la laringe se va convirtiendo en el portavoz de este maravilloso diálogo, ya casi humano.

 

10 Reflexión

SAPIENS

Así pues, no deberíamos olvidarnos que somos animales de los mamíferos, y entre estos del orden de los primates, especialmente homínidos, del género homo y de la especie sapiens. Apenas hace 100.000 años, una miseria en el tiempo evolutivo, que somos homo sapiens.

Homo sapiens que deja un rastro de extinciones que nosotros hemos llamado erectus, habilis o autralopitecos, entre otros. A menudo el mensaje que nos da la evolución es la de selección del más apto, pero también crueldad del más fuerte. ¿Quién sucederá a sapiens? Esperemos que otro sapiens menos demens.

 

11 Reflexión

RAZA

Nuestra gran abuela Eva nació en África y era de piel oscura. Pasaron miles de años hasta que el tronco común se dividió en emigraciones hacia Europa y hacia Asia. Nichos ecológicos determinados configuraron muchas características raciales de los humanos, su pigmentación, su estatura, su nariz, etc. Nos dicen los científicos que el genotipo de todos los seres humanos es común y que, por tanto, no existen las razas propiamente dichas. Cambia maravillosamente el fenotipo pero hay tantas diferencias como seres humanos. Hay quien ideológicamente quiere agrupar a los seres humanos por el color de su piel y no por la forma de las orejas, por la percepción de determinados sabores, por el grupo sanguíneo, por la sensibilidad al dolor, por la forma de los labios, etc, etc, que al fin al cabo darían otro tipo de razas. Esto nos haría más tolerantes porque estaríamos vinculados tal vez con un finlandés, con un pigmeo, con un indonesio o con un yanomami. Maravillosas expresiones del talante humano.

 

12 Reflexión

CACERÍA

La cacería hace al ser humano pues le obliga a prestar atención y a interpretar las señales del medio para ser efectivo, tiene que competir desde grandes desventajas, no es fuerte, no es veloz, no tiene garras, sólo le queda el camino de la inteligencia. La dirección del viento, las tenues huellas de la presa, la observación de los hábitos de los animales son las fuentes de información para sus estrategias. Acechar, poner trampas, buscar señuelos, esperar el momento preciso, y sobre todo, cazar en grupo. Se necesita un lenguaje preciso, unas estrategias comunes para que el grupo vaya al unísono. En realidad el humano no caza solamente piezas en sus cacerías, caza una cultura que lo catapulta hacia un desarrollo técnico y cultural considerable.

 

13 Reflexión

FUEGO

Dominar el fuego, controlar una chispa caída del sol. El poder de iluminar la noche, el poder de ahuyentar a los animales peligrosos, la capacidad de ablandar los alimentos que antes costaba comer. Es el fuego que Prometeo robó a los dioses, elemento poderoso pero también peligroso. Fuego para iluminar, pero también fuego para incendiar. El ser humano con poder tendrá, tarde o temprano, que hacerse responsable de sus actos.

 

14 Reflexión

BANQUETE

Después de días llega el grupo cazador con sus presas abatidas, es momento de celebración . El botín no se lo puede comer solamente el cazador porque la pieza es muy grande y la carne no se conserva muchos días, hay que redistribuir, hay que repartir de forma más o menos igualitaria el botín. En esta encrucijada nace el banquete además de la practicidad se convierte en un ritual, todos comiendo de la misma carne, todos unidos en la misma sangre.

 

15 Reflexión

SEMILLA

El bebé humano es demasiado indefenso y requiere cuidados muy específicos durante años. La mujer sujeta por la crianza se vuelve sedentaria, el hombre se puede retirar días a las aventuras de la caza. Pero en ese sedentarismo la mujer descubre un tesoro, la semilla. Y descubre como la semilla se hace brote tierno, y como la planta da frutos llenos de más y más semillas. Un ciclo de reproducción que también ella siente en sus entrañas. La tierra es la madre que da sus frutos, hay que fecundarla y hay que ofrecerle sacrificios.

 

16 Reflexión

MAGIA

Sobre la roca desnuda, en el interior de una cueva, el rojo ocre del primitivo se transforma en arte. Pinta caballos corriendo, bisontes y mamuts peludos. El cazador se apropia de las cualidades de sus presas, las saborea a la luz de una hoguera y las comparte con otros cazadores como los primeros iconos de un lenguaje arcaico. Otras manos elaboran figuritas de barro, símbolos fálicos, Venus con redondeces para imantarse de fecundidad. El arte va de la mano con la magia y ésta pretende poner a las fuerzas del universo a nuestro favor.

17 Reflexión

PALABRA

La mímica de los gestos y los gruñidos posibilitan sonidos más precisos para comunicarse a distancia cuando es de noche o cuando se está escondido en medio de los matorrales sin que auxilie la vista. Cuando la organización social se vuelve más compleja, cuando el repertorio de utensilios se vuelve numeroso, la palabra se abre camino ayudado, claro está, de una evolución de la laringe y de una estructuración del cráneo. Y la palabra es más poderosa que el fuego porque permite señalar algo que no está a la vista, puede evocar algo que todavía no es realidad o puede convencer a los demás para que te sigan.

 

18 Reflexión

CULTURA

El ser humano es humano desde sus genes, desde su cerebro y desde su bipedismo, pero ¡ojo!, nuestras estructuras físico-químicas son soportes de una superestructura complejísima que necesita de un medio social para implantarse, y es la cultura. Un niño-lobo, unos humanos sin ningún contacto con otros humanos no desarrollarían cultura aunque estuvieran dotados genéticamente por igual. Cada cultura es un cúmulo complejísimo de aciertos y adaptaciones al medio y a la convivencia que se transmite en una larga educación. Así, cultura y genética se imbrican, se apoyan, se solapan, a veces friccionan para dar saltos en la evolución.

 

19 Reflexión

MUERTE

En las tumbas más antiguas encontradas los difuntos eran colocados en posición fetal. Se nacía a este mundo enroscado y se nacía al otro mundo en la misma posición. Aparece la conciencia de la muerte y con la muerte el peso del tiempo, de un pasado que se proyecta irremediablemente en un futuro. El ser humano es lanzado fuera del Paraíso del eterno presente y teme la muerte, teme en primer lugar la descomposición de eso que uno es, su cuerpo, en segundo lugar, el vacío de esa nada a la que nos aboca la muerte. Aparece la obsesión por la muerte y se desarrolla los mitos para afrontarla. El ser humano siente la inmortalidad dentro pero reconoce objetivamente la mortalidad fuera, los ritos de muerte son ritos de supervivencia póstuma, barcas provistas de alimentos y amuletos para cruzar el río de la vida y penetrar en el desierto de la muerte. ¿Acaso en toda cultura no está agazapada la presencia de la muerte y su necesidad de sublimarla?

 

20 Reflexión

SEXO

No sólo nos obsesiona la muerte, también el sexo. Vehículo de la reproducción que asegura la supervivencia del grupo y, por tanto, vence a la muerte, en otro nivel, porque se perpetúa lo que uno es, lo que uno sabe a través de nuestros hijos. El sexo es la gran alquimia de la vida al fusionar un sentir con otro, al mezclar una identidad con otra. Pero en la sexualidad, creación del ser humano, hay también desmedida, éxtasis y violencia. La implosión de placer casi nos recuerda que el sexo es un juego de dioses, quizá este vértigo nos aclara la cantidad de normas, prohibiciones y tabúes en torno al “loco” sexo.

21 Reflexión

CONCIENCIA

Uno percibe y observa, pero también observa que observa. Esta reflexión que hace el ser humano, este distanciamiento de la ciénaga subjetiva le permite discriminar entre el acierto y el error, entre lo verdadero y lo falso. Al mirarse en el espejo de su vida, el ser humano toma conciencia de sí y se reconoce. No sólo está el destino implacable, se establece una cierta capacidad de libre albedrío. La conciencia ya no es mito ni magia, no es sueño ni alucinación, es una ventana abierta a la lucidez, al mundo complejo, a la interrelación entre diversas dimensiones, un diálogo que nos permite el conocimiento.

 

22 Reflexión

ALMA

Estaríamos tentados de decir que el alma es una metáfora en el ser humano, un rincón de la interioridad donde colocamos aquello que de nosotros nos suena a misterio, lo que se escapa a nuestra lógica, lo que deviene incomprensible o enigmático. Pero también podríamos decir que el alma es el nexo sumergido que une la isla con el continente, es decir, el ego con el inefable espíritu. Si el ego es un centro del ser presto a reaccionar ante el mundo para ajustarse a sus demandas e intercalar las propias, el alma es un centro más profundo que está a la escucha de una globalidad mayor. Puente entre la intuición y la percepción, entre el sentimiento y el pensamiento, el alma traduce la voz silenciosa del espíritu a los anhelos y esperanzas de nuestra idiosincrasia, y viceversa.

 

23 Reflexión

DIOS

Quisiéramos que Dios fuera el mero reflejo de las excelencias humanas, el delirio de perfección, la huída definitiva del caos y el desorden, pero Dios no cabe en nuestra mente. De las infinitas caras que muestra la divinidad ninguna la agota, porque lo divino sólo puede ser representado como símbolo del Misterio, como recuerdo de algo que nos trasciende, incomprensible e inabarcable. Por eso el místico ante el olor de lo divino guarda silencio. El Vacío que lo contiene Todo.

 

24 Reflexión

INFINITUD

Volvemos a la eternidad, al infinito, cerrando el círculo. El ser humano vive entre el cielo y la tierra. Cobijado por un macrouniverso que lo contiene pero también por un microuniverso que lo habita desde los átomos, moléculas y células que lo forman. El ser humano es materia pero también espíritu, es cuerpo y mente, es animal pero también ángel, es mortalidad en evolución y a la vez, conciencia eterna. El ser humano es finito en su limitación evidente, pero tiene un genio y creatividad infinitas. Nos sabemos capaces de inventos y creaciones artísticas magníficos pero también de torturas y genocidios. Somos conscientes pero también dementes, de infinita alegría y de profunda tristeza. El ser humano es un enigma para sí mismo. Tiene grandes tesoros que puede tirar por la borda en un arrebato infantil, egóico e inmaduro. ¿tendremos que aprender siempre a través de guerras, miserias, destrucción del planeta y crisis? Pero de momento, confiemos en él, pensemos que la pesadilla del mundo es una crisis de crecimiento, un comportamiento espurio de un proceso de maduración, una adaptación a la realidad hipercompleja.

Julián Peragón